La vida.
A veces tiene momentos de calor, y otras veces de frío.
El calor relaja, expande, acuna, protege. El frío tensa, contrae, expone, ensombrece.
La danza de la vida es un baile, ni bueno ni malo, pero lleno de colores, sabores, temperaturas, melodías.
Hoy me siento gris, un poco frío. Y la vida parece avanzar más despacio.
Al igual que al llegar la primavera los animales y las flores salen al sol, cuando repentinamente llegan los días de frío, la vida se retrae, y vienen los instantes de reflexión.
¿Cuál es el siguiente paso? ¿Qué simboliza la espera?
A veces no tengo respuestas.
A veces lo único que tengo es la confianza en que todo va a salir bien. La confianza en que detrás de todo hay un plan, un sentido.
Y a veces solo puedo abrir mi corazón, mostrar mi frío, mis miedos, mi alma, y confiar en que mi buen deseo, mi buen corazón, será escuchado.
Pero tú y yo somos uno. Y por eso te hablo.
Porque entre tú y yo se crea una magia, una conexión, un compartir, que es sanador, que calienta, que repara.
Porque cada vez que tú y yo nos sentimos fríos, rechazados, vulnerables, hay alguien ahí que nos acompaña, que nos muestra amor, que nos llena de luz.
Sólo tenemos que mirar, y ver más allá de la niebla.
Que el sol de tu corazón ilumine tus momentos de frío, y que la primavera siempre renazca en tu corazón, que es el mío.
Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.
Un afectuoso saludo,
Manuel Requena
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Manuel muchisimas gracias me siento que lo escribiste para mi…….me hace mucho bien y te deseo lo mejor
Genial, Hugo, me alegra que te haya servido! Un agran abrazo!
Manuel